El proyecto
Un ordenador portátil por niño lleva desde
2005 intentando hacer llegar pequeños equipos informáticos a niños
de todo el mundo, con la esperanza de que, integrados en los
programas educativos adecuados, sirvan como herramienta para su
aprendizaje, par realizar pequeños trabajos y conectarse a
Internet.
Sin embargo, uno de los problemas a los que se
enfrenta este avance tecnológico suele ser
la fata de
formación por parte de los profesores que deben trabajar
con estas máquinas, en ocasiones ni siquiera ellos mismos han visto
nunca antes un ordenador y les resulta difícil de configurar y
manejar. De aquí que surgiera un curioso experimento de la OLPC para
ver
qué sucedería si se dejara a los niños utilizar los
equipos y el software educativo a su libre albedrío. El
resultado ha sido muy positivo, teniendo en cuenta de que se trataba
de un experimento un tanto "extremo".
Los
investigadores llevaron una veintena de equipos a un par de aldeas
aisladas en la zona de Addis Abeba en Etiopía. Unos técnicos
recopilaban semanalmente los datos de uso de los equipos guardados en
las tarjetas de memoria de los equipos, cambiándolas unas por otras.
En la explicación de los responsables del experimento sorprende que
los niños aprendieron rápidamente:"Simplemente
llegamos allí y dejamos las cajas, cerradas, sin más instrucciones.
Pensamos que simplemente pasarían un rato jugando con ellas, pero al
cabo de cuatro minutos uno de los niños ya había abierto una caja,
examinado el aparato y encontrado el botón de encendido. A los cinco
días estaban usando unas 47 aplicaciones por niño
cada día.
Algunas de ellas enseñaban el alfabeto mediante canciones. Pues
bien. en dos semanas estaban cantando la canción del ABC. ¿Cómo
era posible? Simplemente dándoles acceso a la herramienta los niños,
los pequeños
pueden aprender a aprender con ella,
algo que hoy en día era impensable que pudieran hacer por sí mismos
o en equipo.
Esto reúne tanto las cuestiones relativas a los
propios equipos y a cómo funcionan como a todo lo que rodea el
proceso de la enseñanza: para aprender los rudimentos de la lectura
y los idiomas no necesitan escuelas ni profesores; su tableta
portátil puede ser el mejor aliado a falta de algo mejor. Desde
luego,
para esos 100 millones de niños de todo el mundo que
simplemente no van al colegio, parece una gran alternativa.